No se si conocen los Evangelios Apócrifos. Ellos son los escritos que surgieron en los primeros siglos del cristianismo, cuando la palabra del Maestro aún estaba fresca y no había sido manipulada.
Por "apócrifo" se refiere a "oculto" (del griego apokryphos), y no a "falso" como se usa la palabra hoy en día. Estos mensajes ocultos fueron trasmitidos por las primeras comunidades cristianas.
Nag Hammadi es un pequeño pueblo situado en la ribera del río Nilo, en Egipto. En 1945 dos campesinos encontraron en recipientes cerrados y escondidos en grutas de la ribera oriental del valle del Nilo, 1100 páginas de antiguos manuscritos en papiro, escritos en el año 367 DC por los monjes del lugar, que copiaron 45 escritos religiosos en idioma copto, despues de traducirlos del griego. Los escondieron muy bien llegando en perfectas condiciones de conservación a nuestros días.
Por eso la frase de esta carta pertenece al "evangelio de Tomás", que no es uno de los 4 evangelistas, pero que es uno de los escritos hallados en Nag Hammadi, y que trae 114 dichos atribuidos a Jesús de Nazaret. Algunos de los dichos tienen exacta relación con los evangelios canónigos de Lucas, Mateo, Juan, y Marcos, pero otros dichos son nuevos y aportan en mostrar a un Jesús mucho mas liberal y "volado".
La Montaña es una de estos dichos nuevos. La paz es el mayor de los poderes y puede ser hallada dentro de nosostros, en la meditación, en los momentos de tranquilidad y profundidad, pero también esta afuera, en nuestras familias, en el trabajo, en lo creativo.
La paz interior se transmite, y se irradia entre los que nos rodean, ilumina los campos, se transmite a través de la humanidad. Es el momento de hacer las paces. Se terminan los enemigos. La pareja debe reconciliarse y hallar la paz. Todo es perdonable.
Esa paz según Jesús será capaz de mover montañas, disolver el dolor, desbloquear lo que se hallaba atascado, acabar con la neurosis. El día del perdón ha llegado.
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